La propuesta para el concurso del Parque Temático de la Minería «Parque Minero» en Fabero (provincia de León), parte de los siguientes criterios:
–Conservar y poner en valor el Patrimonio existente, entendiendo que el conjunto que forma la mina dode se plantea la ubicación del parque, el “Pozo Julia”, tiene un alto valor histórico -desde el punto de vista de la minería española, porque esta explotación fue pionera en la introducción de moderna maquinaria, en un sistema de explotación subterráneo, el de tajos largos en frente único.-desde el punto de vista de la Arqueología Industrial se trata de un conjunto edificatorio interesante, que presentaba un estado de conservación en términos generales, bueno-desde el punto de vista de la comarca, fue uno de los principales motores de desarrollo de la economía local.
–Desarrollar un Parque Temático interactivo, lúdico y dinámico. La visita a todo el conjunto ha de supeditarse a la eficacia de la experiencia de la mina, que es el elemento más atractivo del parque y se plantea como experiencia troncal. El tratamiento de la “maquinaria”, como objeto expositivo se plantea dentro de su entorno de aplicación, donde se comprenda su funcionamiento y su uso. La reutilización de los usos originales de la instalación y su actualización, manteniendo su carácter y función original, y empleando las instalaciones existentes para una experiencia lúdica. La eficacia museológica de la experiencia parte de la idea de hacer repetir al público los usos originales por que además de disfrutar los entiende sin ningún tipo de información o explicación complementaria
–Proyectar la imagen del “Parque Minero” hacia el exterior. El objetivo de la propuesta es dar a conocer el patrimonio cultural, hacer que tenga una imagen llamativa, y fácilmente reconocible, incluso que genere sorpresa. crear un nuevos edificios para usarlo como emblema; como seña de identidad. Para “competir” con otros parques mineros a nivel internacional, se propone una imagen exterior potente, rotunda, y que se base, en un lenguaje de arquitectura de vanguardia.
El volumen del edificio principal evoca sin disimulo su origen geológico. La volumetría abstracta, se recorta angulosa, como una esquirla de carbón. Los huecos vidriados representan además del brillo de la antracita, el destello caleidoscópico del mineral de carbono. Con la volumetría compacta, el color gris intenso predominante en la fachada, y la ausencia al exterior de referencias de escala, se busca que desde lejos ,el edificio se funda con el entorno, integrándose en el paisaje; tratando de configurarse como un elemento natural más del paisaje, donde predomina la gama de grises, ocres y verdes.
El interior lo preside un gran espacio continuo (de dos a cuatro alturas), en el que se contrapean unas bandejas que albergan el programa necesario. Varios cilindros verticales, que contienen los núcleos de comunicaciones , atraviesan el espacio en toda la altura, “pinchando” las bandejas. En la piel del edificio se abren huecos donde son necesarios: ya sea para conseguir la iluminación suficiente, abrir visuales al paisaje, vistas del parque y edificios próximos, o para garantizar el control visual de los accesos.
Si el exterior del edificio, evoca el mineral; el espacio interior recrea la propia estructura de la mina, o mejor dicho, de su negativo. De esta manera, de modo conceptual “vaciamos” el subsuelo de la mina, y lo convertimos en el espacio interior del edificio. El propio interior del edificio sería así una maqueta abstracta a gran escala del interior de una mina: lo que queda después del vaciado sería en realidad la estructura misma de la mina: las bandejas se corresponden con los planos de trabajo de la explotación, y los núcleos de comunicación con los distintos pozos de una mina: principales, secundarios o de ventilación.
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